sábado, 19 de julio de 2014

UN DIA A LA VEZ

Amado: salvado y redimido por la sangre de Jesús. A ti te hablo porque ya diste el paso inicial que es confesar a Jesús el Ungido, el Mesias prometido, como Rey tuyo, como tu único y suficiente salvador.

Esto significa que a través de aceptar su gracia, por su muerte de cruz y su resurrección, ya eres parte de la familia de Dios, ya te adoptó como Hijo. No necesitas de nadie más para ser salvo, porque solo en El hay salvación Hechos 4: 12. Esta verdad doctrinal es necesario que la graves en tu mente y corazón, para no ser desviado a buscar sustitutos, lo cual es abominación a los ojos de Dios.

No te preocupes porque todavía estas luchando con deseos que no agradan a Dios, esto es la carne, o sea el alma, asiento de los sentimientos y emociones, ya que ella es enemiga de Dios, porque responde a la naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán. Dios sabe eso y por ello envió a su Santo Espiritu, para ayudarte en esas debilidades. Por tanto debes escuchar al Santo Espíritu de Dios y obedecerle para vencer.

Necesitas además de ser sellado por el Espíritu Santo ser llenado por EL. Debes pedirlo en oración al Padre en el Nombre de Jesús , que es la forma correcta de orar.

Necesitas disciplinarte en este camino, y cada día es una victoria, si haces lo que El te manda.  El nuevo creyente, como es tu caso necesita las herramientas que el Padre nos dejó para vencer: La oración, el estudio de la Palabra, y el unirte a otros creyentes, para formar parte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia, y EL es la cabeza. 

En el próximo post te explico como orar.

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